Un problema de salud mental no tiene por qué ser un impedimento para obtener un empleo, sin embargo, un 84% de las personas con problemas de salud mental se encuentran en situación de desempleo debido a los prejuicios sociales que aún mantienen muchos empresarios y administraciones a la hora de contratarlas o mantenerlas en sus funciones.
La tasa de actividad de las personas con problemas de salud mental es la más baja (27,8 % en 2019) de todos los tipos de discapacidad
El porcentaje de personas con problemas de salud mental contratadas en “empresas ordinarias” es el más bajo comparado con otras discapacidades
(14,9 %. PDI 48,7 %)
La tasa de actividad de las personas con discapacidad en la Comunidad Valenciana se sitúa por debajo de la media nacional (Nacional: 34 %. CV: 33,1 %)
La tasa de empleo de las personas con problemas de salud mental es en 2019 el 16,9%, la cifra más baja de todas las discapacidades
El estigma y, a menudo, la imagen violenta y criminal que los medios de comunicación trasmiten del colectivo, son las principales razones para que exista una menor presencia de personas con problemas de salud mental en el mercado de trabajo.
La existencia de una gran desinformación empresarial y la creencia errónea de que no pueden realizar determinados trabajos, de que están limitados en el desarrollo de algunas capacidades, y por ello les asusta la frecuencia de posibles bajas laborales